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August 18, 2021 | INSIGHTS DE INVERSIÓN

¿Cómo afectará a los inversionistas el nuevo estándar de bonos verdes de la Unión Europea?

Elena Philipova
Global Head ESG Proposition, Refinitiv

Comprenda cómo la estandarización de los bonos verdes, introducida el mes pasado por la Comisión Europea, puede ayudar a liderar la transición hacia una economía global baja en carbono.

  1. Entre los principales objetivos del Green Bond Standard (GBS) de la Comisión Europea (CE) (Estándar de Bonos Verdes) se encuentran impulsar los flujos de capital para inversiones sostenibles y combatir la práctica del greenwashing.
  2. Aún no está claro cómo se medirá el GBS o incluso cómo se implementará, pero se están aclarando algunas preguntas a medida que la CE sigue su calendario de divulgación.
  3. GBS ayudará a tranquilizar a los inversionistas sobre la viabilidad a largo plazo de los bonos verdes.

Uno de los principales esfuerzos de la Comisión Europea para estimular los flujos de capital hacia inversiones sostenibles fue el desarrollo del Green Bond Standard (en traducción libre al español, Estándar de Bonos Verdes).

Esta estandarización es una de las piezas más importantes del rompecabezas que puede conducir a la transición a una economía global (o al menos europea) con bajas emisiones de carbono. Y eso es gracias a su objetivo explícito de recaudar dinero para proyectos ecológicos como infraestructura de energía verde o transporte limpio.

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El crecimiento de los bonos verdes

La popularidad de los bonos verdes, o green bonds, ha ido aumentando en todo el mundo. Según datos de Refinitiv Deals Intelligence y Climate Bonds Initiative (CBI), solo en el primer semestre de 2021, las emisiones globales de este tipo de bonos totalizaron 529.300 millones de dólares.

Y en medio de este panorama, la Unión Europea podría convertirse en uno de los mayores emisores del mundo si su fondo de recuperación posterior al Covid-19, que asciende a 750 mil millones de euros, el 30% de los cuales se destina a proyectos climáticos, sigue adelante. Incluso, según S&P Global, si este fondo se financiara con bonos verdes, la UE aumentaría el tamaño global de este mercado en un 89%.

Pero sin la estandarización universal para los green bonds, que ahora está implementando la CE, no nos libraremos de los numerosos casos de greenwashing (que podría entenderse en español como un “disfraz verde” o “lavado verde"), una estrategia que exalta las características supuestamente verdes de un proyecto para tener acceso a condiciones especiales de préstamo que no tendría de otro modo.

En junio de 2019, un Grupo Técnico de Expertos de la CE (TEG por su sigla en inglés) declaró que la creación de un GBS en la Unión Europea aumentaría la eficacia, la transparencia, la comparabilidad y la credibilidad del mercado de bonos verdes y, a lo mejor, ayudaría a evitar que se realicen proyectos verdes de forma mal hecha.

Pero, ¿cómo funcionaría el estándar de los bonos verdes de la UE?

En marzo de 2020, el TEG ha publicado su informe final sobre la estructura del Green Bond Standard.

Los estándares se centran en cuatro puntos principales.

Primero, el GBS alinea las actividades económicas financiadas por un título dado con el proyecto de taxonomía verde de la Unión Europea. De esta forma, los proyectos deben contribuir a uno de los seis objetivos medioambientales de la UE, no perjudicar esos mismos objetivos y cumplir con las salvaguardias y los criterios de selección.

Una vez que los emisores de bonos estén familiarizados con este primer requisito, hay tres más:

  • Proporcionar un marco que ilustre cómo se distribuirán y gestionarán los ingresos.
  • Publicar información sobre asignaciones e impacto anualmente.
  • Garantizar que estas divulgaciones sean verificadas por un tercero.

Esta estandarización de bonos verdes también tiene como objetivo mejorar el uso de recursos al centrarse en informes de impacto adecuados, en un intento de lograr resultados de proyectos predecibles (y verdes) y permitir que cualquier empresa emita green bonds, siempre que estén financiando propuestas adecuadas.

Los inversionistas y los participantes del mercado tenían hasta principios de octubre de 2020 para compartir sus pensamientos sobre la creación de este nuevo "estándar de oro" para los bonos verdes, junto con una consulta específica celebrada en paralelo con algunos creadores de mercado. Luego, en el segundo trimestre de este año, la Comisión Europea anunció la propuesta de nuevo reglamento, con algunos detalles aún por concretar.

Los administradores de activos tienen hasta el 1 de enero de 2022 para demostrar que cumplen con los estándares; después vendrá el turno de los emisores, que tienen un plazo mayor, hasta finales de 2022. Sin embargo, muchos de los emisores ya han comenzado a capacitarse para asegurarse de que podrán proporcionar toda la documentación necesaria en el tiempo estimulado.

La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) sostiene que si los inspectores que controlan el estándar de green bonds son subcontratados, deberían ser supervisados a nivel europeo, como ya lo están haciendo las agencias de calificación de deuda.

Además, dado que unirse al GBS es voluntario, sin obligaciones legales involucradas, los emisores no están obligados a citar el cumplimiento del estándar de la UE y pueden optar por los principios descritos por la International Capital Market Association (ICMA) o incluso por un GBS preparado por la Organización Internacional para la Normalización (ISO).

¿Cuál será el impacto en los inversionistas?

Hiro Mizuno, ex director de inversiones del Fondo de Inversión de Pensiones del Gobierno de Japón (GPIF), fue uno de los que pidió cautela sobre la popularidad actual de los bonos verdes. Sostiene que son costosos y engorrosos para los emisores y que a menudo no tienen sentido para los inversionistas. Mizuno también recordó que existe el riesgo de que los green bonds sean solo una moda si no se puede resolver el problema del greenwashing.

GBS puede ser una forma de resolver estos problemas, haciendo que los inversionistas se sientan más cómodos. Hasta que eso suceda, se puede realizar una cuidadosa evaluación de la inversión en bonos potenciales siguiendo los altos estándares de la industria que ya existen.

Además, como se señala aquí, muchos emisores ya se están capacitando para cumplir con la fecha límite del 31 de diciembre de 2022 y pueden brindar algunos insights sobre cómo implementar GBS.

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