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September 12, 2023 | KYC
Identidad digital: pieza clave para prevenir fraudes en el sector financiero

Con la digitalización acelerada de los servicios financieros, los bancos y otras empresas se han vuelto un blanco fácil para los estafadores. Esto constituye un problema que solo se puede abordar con un enfoque de KYC que incluya el uso de ID digital.
- Los procesos de integración de nuevos clientes están en la mira de los delincuentes que se ganan la vida cometiendo fraudes contra los bancos y otras instituciones financieras.
- Estos estafadores simulan ser otras personas, al utilizar identidades robadas, falsas o, incluso, sintéticas y, así, están generando incalculables pérdidas para las organizaciones financieras de todo el mundo.
- Nuestro nuevo white paper, que presentamos de forma resumida en esta publicación, nos muestra el rol de las identidades digitales en la lucha contra el fraude y en la evolución del sector de servicios financieros como un todo.
La revolución digital que atraviesa a la sociedad moderna y los diferentes sectores de la economía global aporta innumerables beneficios a los consumidores, como el fácil acceso a los servicios bancarios, en gran medida proporcionados ahora por los bancos en línea. Sin embargo, también ofrece oportunidades sin precedentes para los delincuentes, quienes adaptaron rápidamente sus procesos para identificar "debilidades" en los nuevos sistemas digitales. Como resultado, en la actualidad, los casos de fraude representan una de las mayores amenazas que enfrentan las instituciones financieras de todo el mundo y están en el foco principal de los organismos reguladores internacionales y de los gobiernos.
Entre los aparentes vacíos detectados por las asociaciones criminales para eludir la seguridad de los sistemas bancarios y comerciales en general, uno ha llamado la atención de los organismos reguladores. Se trata de los procesos de onboarding de nuevos clientes. Esto se debe a que, a medida que los servicios financieros se digitalizan más, estos procesos de integración remota abren camino para que los estafadores simulen ser otras personas, utilizando identidades robadas, falsas o, incluso, sintéticas.
Para responder a esta nueva clase de amenazas, los bancos y otras instituciones financieras deben utilizar programas de Know Your Customer (KYC, en español "conocer a tu cliente") sólidos e impulsados por tecnología de vanguardia. Estos procesos ya están disponibles en el mercado y abarcan el uso de ID digital para verificar la identidad de los clientes y la creación de espacios en línea confiables y cada vez más seguros.
Sin embargo, hemos visto que la fase de implementación de estos nuevos procesos de KYC todavía representa un desafío importante para muchas de estas organizaciones y genera inquietudes sobre las normas regulatorias, la seguridad y la privacidad. Por lo tanto, con la ayuda de reconocidos expertos en riesgo y en compliance, hemos desarrollado un nuevo white paper que analiza el importante rol de la ID digital en el proceso de KYC. Con este nuevo estudio, esperamos ofrecerle a usted y a su empresa una visión detallada de cómo las identidades digitales pueden colaborar con los esfuerzos contra delitos como el fraude, así como su importancia para la evolución de la industria de servicios financieros.
A continuación, puede consultar un resumen de nuestro white paper.
Conciliar la seguridad y la agilidad, un nuevo desafío
En los últimos años, los avances tecnológicos y, por supuesto, los eventos sin precedentes que causó la pandemia han provocado que los bancos y otras empresas de servicios financieros ofrezcan, cada vez más, productos multicanal a su clientela. Estos productos incluyen procesos de integración simplificados, ágiles y completamente digitales. Sin embargo, en simultáneo con ese movimiento, han surgido delincuentes que vislumbraron en la digitalización una gran oportunidad de fraude financiero. Así, en la actualidad, para evitar pérdidas astronómicas en sus operaciones, ya sean financieras o reputacionales, las empresas enfrentan un tremendo desafío: conciliar las obligaciones de cumplimiento normativo en todas las etapas de integración con las expectativas del cliente.
Hoy en día, ofrecer una experiencia positiva a los clientes es más importante que nunca. La generación Z y los millenials están especialmente acostumbrados a confiar en diferentes herramientas para sus actividades financieras, con una fricción mínima. Según un informe reciente de la firma de consultoría de mercado Forrester, más del 64 % de los bancos informa pérdidas de ingresos debido a problemas en sus etapas de onboarding. Entre las principales razones que causan el desistimiento de los consumidores se encuentran la demora en el proceso y la solicitud de una gran cantidad de información.
Es decir, en un escenario extremadamente competitivo, un enfoque de integración rápido y directo es fundamental para obtener y mantener negocios. Esto afecta de forma directa a la supervivencia de la institución. Sin embargo, ¿cómo podemos hacerlo sin descuidar la seguridad?
"Creo que llegamos a un punto en el cual vamos a ver cuánta «fricción» están dispuestos a soportar los usuarios a cambio de obtener una protección adicional. Lograr ese equilibrio es un desafío para las empresas", dice Kathryn Westmore, Senior Research Fellow del Centre for Financial Crime and Security Studies.
Datos del cliente: una necesidad constante
Aunque la identificación del cliente se produzca en el primer paso del onboarding, también es necesaria durante la solicitud de cambios de registro y en transacciones como pagos y extracciones. Sin embargo, muchas empresas terminan centrándose en una buena experiencia del cliente solo en la etapa inicial de integración y descuidan las etapas posteriores del proceso. Esto incluye instancias en las que el monitoreo continuo puede indicar algún "peligro", detener transacciones y requerir más información del cliente o revisiones periódicas que provoquen que el cliente actualice la información que se encuentra en el archivo. Es común que estos otros puntos de contacto conduzcan a usuarios frustrados o insatisfechos, que pueden decidir interrumpir los servicios bancarios con una institución financiera.
Además de la insatisfacción del cliente, todo este trabajo de obtener información adicional es un ejercicio costoso. Canalizar recursos humanos para obtener manualmente documentación adicional o para aclarar detalles específicos conlleva esfuerzo, es tedioso y, sobre todo, costoso.
Para tener una idea, una encuesta que se realizó en 2022 a un grupo de bancos señaló que una única revisión de datos de KYC cuesta entre USD 1500 y USD 3500, y que solo dos tercios de los clientes contactados respondieron. Por otra parte, si la intención es obtener feedback de más del 40 % de las personas consultadas, sería necesario realizar una buena parte de los procedimientos de KYC de forma manual, lo que requiere una intervención humana significativa.
La evolución de la ID digital
A pesar de estos problemas, existe un consenso creciente de que la integración remota de clientes es el camino que debe seguirse. Sin embargo, para hacerlo, la verificación y autenticación en línea de los individuos se debe llevar a cabo a través de la identidad digital. Este proceso permite que la empresa recopile, valide, verifique y autentique la identidad de una persona de forma digital.
Asimismo, es importante recordar que el concepto de identidad digital continúa evolucionando significativamente con los desarrollos tecnológicos. Esto provoca que los nombres de usuario y las contraseñas tradicionales generados por el cliente se sustituyan por las autenticaciones multifactoriales y biométricas. Incluso más recientemente, el concepto de identidad digital comenzó a incluir documentos de identidad, tal como se presenta en una propuesta para cambiar los servicios de identificación electrónica, autenticación y confianza (eIDAS) de la Unión Europea. Esta propuesta, conocida como eIDAS 2.0, se centra en crear un marco para los documentos de identidad digital para personas físicas y jurídicas.
Por lo tanto, vemos que, a medida que la noción de la ID digital evoluciona, esta comienza a incluir las identidades digitales interoperables y reutilizables. Dichos esquemas ya se han iniciado e implementado con diversos grados de éxito en varias jurisdicciones, como el Reino Unido, la India, Baréin y Singapur.
En otras palabras, como parte de la adaptación a una economía digital, parece claro que las identidades digitales se adoptarán finalmente en todo el mundo. Según las estimaciones, el mercado global para las identidades digitales reutilizables llegará a USD 266 500 millones para el 2027.
A modo de señal, la Comisión Europea ha declarado que tiene como objetivo que el 80 % de los ciudadanos del bloque utilicen ID digitales para acceder a los servicios públicos principales de la Unión Europea para el año 2030. Según la entidad, la creación de una única ID digital europea en forma de un documento digital permitirá a sus ciudadanos identificarse a través de identidades electrónicas. Además, será posible almacenar y suministrar datos sobre la identidad, credenciales y otros atributos personales, probablemente, a través de un teléfono inteligente o de una computadora. La propuesta también tiene como objetivo que sea obligatorio para cada estado miembro de la UE proporcionar documentos de identidad digital a todos los ciudadanos, de forma gratuita, en lugar de los esquemas voluntarios de identidad electrónica que existen en la actualidad.
Desafíos que se avecinan
A pesar de estos avances, siguen existiendo desafíos relacionados con KYC y con la identidad digital. Una preocupación importante es la seguridad y la privacidad. Debido a que los sistemas de identificación digital requieren la recopilación y el almacenamiento de información personal, incluida la confidencial, es fundamental comprender cómo se almacenan y protegen los datos (y quién tiene acceso a ellos).
Por supuesto, en una época en la que el fraude se difunde ampliamente, cualquier infraestructura que contenga detalles confidenciales debe ser lo suficientemente sólida como para respaldar los ataques cibernéticos. Después de todo, las filtraciones de datos pueden comprometer la información del usuario y provocar el robo de identidad, lo que reduce la aceptación general de la ID digital por parte de los consumidores.
Otra preocupación es la interoperabilidad. De forma ideal, las identidades digitales deben estar integradas y funcionar en diferentes sistemas de identidad digital. Las ID digitales fragmentadas dentro de una jurisdicción crean experiencias frustrantes y socavan su beneficio principal. Por lo tanto, las diferentes jurisdicciones aún deben desarrollar un marco que permita la interoperabilidad y la aplicación universal de sus esquemas de identidad digital, ya sea en servicios gubernamentales, financieros o comerciales.
Ventaja competitiva en la prevención de riesgos financieros
En vista de todos estos puntos que se expusieron anteriormente (y que se han analizado en detalle en nuestro white paper, disponible en su totalidad aquí), parece claro que los procesos de KYC completamente digitales, impulsados por la implementación de la ID digital, no solo benefician al onboarding, sino también a la experiencia completa del usuario. Esto brinda a las empresas una clara ventaja competitiva.
Además, debido a que el uso de técnicas de verificación de ID digitales (o, mejor aún, una plataforma de integración digital) puede reducir los errores humanos y aumentar la precisión operativa, también se espera que produzca ganancias en los procesos generales de cumplimiento normativo.
Estos factores, junto con las capacidades mejoradas para detectar fraudes y otras actividades ilegales, serán mucho más eficaces para mantener a los delincuentes alejados de las plataformas de instituciones financieras y de otras empresas. En resumen, las eficiencias operativas, la reducción de la carga manual y el aumento de la precisión provocan que los riesgos de delitos financieros se identifiquen con mayor facilidad y se minimicen las pérdidas.