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Informe sobre inversión en infraestructura sustentable
Baches en el camino hacia una infraestructura sustentable
Exploración de las tendencias, los participantes y los datos que impulsan un auge de la infraestructura sustentable.
En este informe, destacaremos algunas de las principales tendencias que impulsan el mercado actual de inversión en infraestructura sustentable, junto con datos clave que ayudarán a perfeccionar la lista de actores principales, a señalar los indicadores más importantes a monitorear y a destacar los desafíos que se avecinan tanto para los inversionistas como para los patrocinadores gubernamentales.
Resumen breve de datos clave
- En el 2021, se anunció a nivel global una cantidad récord de proyectos de infraestructura sustentable sin precedentes de USD 627 000 millones en los sectores de energía renovable y nuclear, frente a los USD 275 000 millones en el 2020. Se anunciaron un total de 1521 proyectos de infraestructura renovable y nuclear, frente a los 1365 del 2020 y más de 3,5 veces la cantidad total de proyectos iniciados hace una década.
- Los proyectos solares van a la cabeza con un total de 863 nuevos proyectos anunciados en el 2021, seguidos por los de energía eólica, de los que hubo 442 nuevas iniciativas que se lanzaron el año pasado.
- A pesar del constante crecimiento de la inversión, muchos grandes proyectos se han detenido debido a una paralizante combinación de retrasos en los proyectos relacionados con la pandemia, problemas relacionados con la cadena de suministro, tensiones geopolíticas y presiones inflacionarias. De los 1232 proyectos solares y eólicos anunciados en el 2020, solo se han completado 47 (el 3,8 %).
Introducción
¿Dónde están todos los aerogeneradores? ¿O, para el caso, las granjas solares, las centrales hidroeléctricas y las flotas de transporte público eléctrico? Estos deberían ser los días dorados de las infraestructuras sustentables. Entre el gran plan presupuestario de la administración de Biden para reconstruir a los Estados Unidos y, al mismo tiempo, pasar a fuentes de energía más limpias, el Pacto Verde de la UE, con su ambicioso objetivo de crecimiento desvinculado del uso de recursos, y un mandato global hacia la inversión sustentable, podríamos haber esperado ver más pruebas evidentes de la transformación de la que todos han estado hablando durante los últimos años.
El hecho es que los proyectos de infraestructura sustentable están activos, creciendo a nivel mundial, pero la ola de entusiasmo que acompañó a las audaces proclamaciones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 y a la desenfrenada especulación entre los inversionistas se han encontrado con algunos obstáculos. Entre ellos, un entorno geopolítico cada vez más tenso que puede crear desafíos futuros de acceso a recursos naturales fundamentales, innumerables demoras en los proyectos y desbordes presupuestarios causados por la pandemia, los problemas de la cadena de suministro y un entorno económico volátil.
Como anunciamos hace un año en nuestro Informe inaugural sobre inversión en infraestructura sustentable, el ritmo y la escala de los cambios que se están produciendo crean grandes oportunidades y riesgos significativos, y estos dos factores están ahora asomando la cabeza a medida que la infraestructura sustentable entra en la incómoda fase de adolescencia de su crecimiento evolutivo.

Capítulo uno
Por lo general, la conversación comienza con baches. Con las calles de las ciudades que están en pedazos, los puentes y túneles que se desmoronan y los aeropuertos y las estaciones de tren que exceden su capacidad; estos son los proyectos de infraestructura de los que hablamos porque los experimentamos todos los días. Desde ese lugar, no hay un gran salto a las centrales eléctricas de carbón, que generan 2,23 libras de CO2 por kilovatio hora de electricidad, y a las flotas de autobuses y camiones pesados, que representan aproximadamente un cuarto de todos los gases de efecto invernadero relacionados con el transporte.
Invariablemente, incluso el observador más superficial debe concluir que la infraestructura y la sustentabilidad están inextricablemente conectadas. Si bien no todos los proyectos de infraestructura actuales son sustentables (como lo demuestran todos los baches y chimeneas de fábricas que quedan), cambiar el statu quo centrándose en la sustentabilidad se ha convertido en un objetivo principal de casi todas las economías importantes del mundo. Ya sea a través de compromisos con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París, con una legislación audaz como la Ley de Infraestructura Bipartidista y el Pacto Verde Europeo o cualquier cantidad de iniciativas regionales y municipales de diseño ambiental, de aire limpio y ahorro de energía, la gran mayoría de las inversiones actuales en infraestructura se centran mucho en la sustentabilidad.
Los Gobiernos de todo el mundo están colocando las cuestiones de índices ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) a la cabeza de sus agendas administrativas y su enfoque está claramente dirigido hacia el clima y las emisiones de carbono.
“Eso significa que todo está sobre la mesa, desde exigir a las empresas que informen sobre las emisiones totales asociadas con sus cadenas de suministro globales hasta hacer cumplir las normas de eficiencia para nuevos proyectos de construcción y regular las emisiones de CO2 de las centrales eléctricas”.
En consecuencia, las empresas, los inversionistas y los legisladores han tomado nota y se han vuelto mucho más serios en el seguimiento de la sustentabilidad por cifras, evaluando la viabilidad a largo plazo de las nuevas iniciativas tanto en su potencial para generar ganancias como en su capacidad para hacerlo de manera sustentable. Cuando se trata de infraestructura a gran escala, el éxito o el fracaso de estos proyectos se reducirá, en última instancia, a su capacidad para mejorar nuestras vidas cotidianas, al tiempo que también demuestran que están cumpliendo con los objetivos de sustentabilidad a largo plazo.
Por ese motivo, los datos se están convirtiendo en un elemento principal en el ecosistema de los proyectos mundiales de infraestructura sustentable. Mediante el seguimiento continuo de las tendencias de inversión, la identificación de los principales actores, el énfasis en las tecnologías principales y la medición de las variaciones año tras año, nuestro objetivo es ofrecer la verdad cotejada sobre la inversión en infraestructura sustentable. Esto incluye identificar y categorizar proyectos que cumplan con los criterios de sustentabilidad en su implementación y alcance y aquellos que se financien de manera sustentable, basados en fuentes de financiamiento de proyectos que tengan en cuenta los factores ESG en su asignación de fondos.

Capítulo dos
Si analizamos estas cifras, encontramos un récord de USD 627 000 millones en proyectos de infraestructura sustentable anunciados en los sectores de energía renovable y nuclear, en las categorías eólica, solar, nuclear, residuos limpios y varias otras en el 2021, según datos de Refinitiv. Ese total incluye 1521 proyectos individuales en las regiones de América, Asia-Pacífico, Europa y Japón, lo que representa más de 3,5 veces la cantidad total de proyectos de infraestructura sustentable iniciados una década antes y más de cuatro veces el valor total en dólares.
De esos 1521 proyectos totales de energía renovable e infraestructura nuclear, se financiaron 194 de manera sustentable, lo que significa que el financiamiento para el proyecto provino de bonos sociales, bonos vinculados de manera sustentable, bonos verdes o fuentes de financiamiento en las que una proporción de los ingresos de la inversión se está utilizando para resultados sustentables. El valor total en dólares de estos acuerdos de infraestructura financiados de forma sustentable fue de USD 59 500 millones en el 2021.
En cuanto a los tipos de proyectos que se financian, la energía solar va claramente a la delantera, con 863 proyectos anunciados en el 2021. Luego le siguen los proyectos eólicos, que fueron la categoría principal en el Informe de inversión en infraestructura sustentable del año pasado, con 442 iniciativas nuevas anunciadas el año pasado. Ambas categorías registraron un volumen récord de anuncios de nuevos proyectos en el 2021, con un crecimiento de proyectos solares de 6,5 veces frente a los totales del 2011.
Ese rápido crecimiento de la energía solar acaba de recibir otro impulso en la forma de un anuncio de junio de la administración de Biden de que Estados Unidos implementaría una exención arancelaria de 24 meses para los productos de paneles solares de varias naciones del sudeste asiático. Estados Unidos también invocó el uso de la Ley de Producción de Defensa para promover la producción nacional de paneles solares. Ambos esfuerzos se llevaron a cabo específicamente para abordar los retrasos generalizados de los proyectos causados por problemas de la cadena de suministro.
Si bien la cantidad total de proyectos anunciados sugiere que el 2021 fue un año excepcional para los proyectos solares y eólicos nuevos, algunos contratiempos han impedido que muchos de los proyectos anunciados se pongan en marcha tan rápido como desearían las partes interesadas. Entre la escasez de trabajadores relacionada con la pandemia y los retrasos en la construcción, las crecientes tensiones geopolíticas, las ralentizaciones de la cadena de suministro y la creciente incertidumbre macroeconómica, cientos de proyectos han quedado relegados.

Un ejemplo destacado de estos desafíos en juego puede encontrarse en la experiencia de Siemens Gamesa, el mayor fabricante de aerogeneradores del mundo, que registró una caída del 20,3 % en los ingresos del primer trimestre del 2022, en gran parte debido a los mayores retos causados por las interrupciones de la cadena de suministro. Finalmente, la serie de retrasos y oportunidades perdidas constantes recortaron a la mitad el valor de mercado del gigante eólico marino y llevaron al reemplazo intempestivo de su director ejecutivo.
“Muchos proyectos grandes han salido terriblemente mal”, dijo Rod Morrison, editor de Project Finance International. “Por un lado, todo es muy prometedor. El espacio de las fusiones y adquisiciones ha estado avanzando y se han anunciado muchos nuevos proyectos. Pero, por otro lado, vemos innumerables ejemplos en los que los proyectos se retrasan en medio del proceso debido a problemas de COVID y de la cadena de suministro. Si a ello le sumamos el hecho de que el precio de los materiales está aumentando, además de los incrementos masivos en los precios del petróleo y el gas, la realidad de la situación actual se vuelve considerablemente más amenazante”.
Morrison agregó que los precios del petróleo y el gas han complicado al doble las cosas, porque “los grandes desarrolladores de proyectos cubrieron el riesgo de sus precios, lo que no fue una medida acertada, debido a lo mucho que han subido los precios actualmente”.
Esto se refiere al hecho de que muchos proyectos energéticos están respaldados por contratos a largo plazo con compradores o coberturas a corto plazo para garantizar los precios que se establecieron cuando los precios de la energía eran más bajos. Por lo tanto, en este momento, aquellos con estas coberturas no se beneficiarán de los precios más altos. Por supuesto, cuando los precios son bajos, los proyectos están protegidos.
“En el centro de la cuestión está la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha puesto la atención mundial en la seguridad del suministro de energía existente y ha planteado innumerables dudas sobre la viabilidad a largo plazo de las estrategias de combustibles alternativos que requieren grandes cantidades de níquel, cobalto, cobre y otros recursos naturales que provienen en gran medida de Rusia”.
La abundante riqueza mineral de Ucrania, en especial los yacimientos de litio sin explotar, se ha destacado como una de las posibles causas de la invasión rusa.
El acceso sustentable y la recolección de estos metales y minerales en un contexto de agitación geopolítica global es un verdadero punto ciego en la transición a la energía limpia, según Alessandro Sanos, Global Director of Sales Strategy for Commodities de Refinitiv, una empresa de LSEG.
“No lograremos una transición exitosa a las energías renovables y a la energización de la economía si no resolvemos el desafío de los metales y los minerales”, explicó. “En pocas palabras, no tenemos suficiente oferta de metales y minerales para satisfacer la insaciable y creciente demanda necesaria para lograr los objetivos de transición especificados en el Acuerdo de París y COP26”.
Sanos agregó que explorar, desarrollar y entregar nuevas minas lleva varias décadas y que las políticas ambientales cada vez más estrictas sobre la minería invariablemente chocarán con los objetivos de reducción de emisiones.
Otro desafío importante es la disminución de la calidad de la ley de los minerales. Los metales y minerales son recursos no renovables y quedan menos yacimientos de minerales de alta calidad por desarrollar. Según el Foro Económico Mundial, el costo promedio de producción del cobre ha aumentado más de un 300 % en los últimos años, a la vez que su ley ha caído en un 30 %.
Los desafíos en torno a los costos de los combustibles fósiles han tenido repercusiones mucho más allá del mundo del financiamiento de proyectos.
“La situación geopolítica actual ha complicado realmente el panorama de la inversión sustentable en infraestructura”, dijo Darrenth Hawken, Director of Global Infrastructure and Sustainable Finance de Refinitiv, una empresa de LSEG. “La mayoría de los países reconoce que no puede construir suficiente energía renovable con la rapidez necesaria para compensar el déficit en el suministro de energía existente. El Reino Unido, por ejemplo, que ha sido líder en la transición a la energía eólica, generó apenas el 20 % de su energía total el año pasado de fuentes eólicas. Entre los problemas de la cadena de suministro, los retrasos de los proyectos y el creciente temor en torno a la seguridad energética, estamos viendo un resurgimiento de los proyectos relacionados con el petróleo y el gas natural”.
Para poner la situación en contexto, consideremos el ejemplo del proyecto del gasoducto de gas natural del Mar Báltico Nord Stream 2, una gigantesca iniciativa de USD 11 000 millones destinada a duplicar el flujo de gas ruso directamente a Alemania. El Gobierno alemán detuvo el proyecto, que se inició para aliviar la presión de los consumidores europeos que se enfrentan a precios récord de la energía tras la pandemia, en febrero del 2022 tras la invasión rusa de Ucrania.
El ejemplo es digno de mención porque expone lo mucho que el mundo todavía depende de los combustibles fósiles y el efecto dramático que los acontecimientos geopolíticos pueden tener en el suministro de esos recursos. Como resultado, los países están luchando por encontrar nuevas formas de mitigar la escasez del suministro a plazo inmediato, al tiempo que se afianzan contra los riesgos de suministro futuros tanto de combustibles fósiles como de las materias primas necesarias para permitir la transición a la energía limpia.
Morrison, del Project Finance International, explicó que el complicado giro de los acontecimientos ha estimulado un aumento de la actividad de financiamiento de proyectos de gas natural líquido como una especie de combustible puente para apoyar la transición a una producción de energía más sustentable. Señaló que el hidrógeno también ha pasado a ser el centro de atención como un área de inversión en gran medida no probada, pero potencialmente creciente. Señaló como ejemplo el proyecto de financiamiento de la central eléctrica de hidrógeno ACWA de USD 7000 millones de Arabia Saudita y dijo que “la invasión rusa significa que todos los demás países en el mundo están buscando fuentes de energía alternativas, que beneficiarán al petróleo y al gas a corto plazo y rediseñará el mapa de la cadena de suministro de los materiales básicos que se utilizan en las iniciativas de energía renovable”.

El panorama de las fuentes de financiamiento para proyectos de infraestructura sustentable también se ha vuelto tan volátil como los proyectos. Como informamos el año pasado, la mayor parte de la inversión en estos proyectos sigue procediendo de los principales bancos comerciales mundiales. En pocas palabras, los 10 bancos comerciales principales invirtieron más de USD 35 000 millones en proyectos de infraestructura sustentable el año pasado, frente a los USD 29 000 millones del 2020, según datos de Refinitiv.
Sumitomo Mitsui Banking Corporation y Mitsubishi UFG Financial Group de Japón se adjudicaron las dos posiciones principales en cuanto a la cantidad total de financiamiento de acuerdos en el 2021, seguidos por Mizuho Financial Group, Santander y Credit Agricole.
Los bancos más grandes del mundo no están solos en su interés económico por una infraestructura sustentable. A medida que los puntos de referencia como la economía ecológica de Estados Unidos, que comprende empresas con productos y servicios ecológicos y el Índice de oportunidades medioambientales de FTSE, que incluye a empresas que obtienen al menos el 20 % de sus ingresos de productos y servicios medioambientales, siguen superando a las inversiones de grupos similares que no son ESG, los asset managers e inversionistas del mundo han tomado nota. Asimismo, la emisión global de bonos de sustentabilidad, que financian el funcionamiento general de un emisor que tiene objetivos de sustentabilidad explícitos vinculados a las condiciones de financiación del bono, alcanzó un nivel récord en el 2021.
Claire Dorrian, Head of Sustainable Finance, Capital Markets del London Stock Exchange Group, explicó que el interés de los inversionistas en el espacio ha crecido tan rápidamente que está cambiando de manera fundamental la estructura subyacente del mercado en los mercados de capitales globales.
“La economía ecológica es, en sí misma, la quinta industria más grande del mundo en este momento”, explicó Dorrian. “En consecuencia, hemos visto un crecimiento generalizado de nuevos fondos centrados en todo, desde la energía renovable hasta los activos de infraestructura digital”.
Dorrian se refirió a los 33 fondos ecológicos que cotizan en Londres, con una capitalización de mercado combinada de más de GBP 30 000 millones que cubren la inversión en activos sociales, de energía renovable, eficiencia energética e infraestructura digital. Además, destacó los 22 fondos de infraestructura de energía renovable que tienen una capitalización de mercado total de GBP 15 000 millones, y el sector está cotizando a una prima del 12,1 % por el valor neto de los activos.
Esas cifras ayudan a explicar los planes del London Stock Exchange Group para desarrollar un mercado voluntario de carbono que, a la larga, permita un enfoque basado en el mercado para la inversión en actividades que reduzcan y eliminen las emisiones globales de carbono.
“Vemos una oportunidad para llevar a la arena pública las actividades que han estado ocurriendo en los mercados de valores extrabursátiles”, explicó Dorrian.
Con los datos correctos y el interés continuo de los inversionistas en este espacio, creemos que podemos crear una estructura de mercado que apoye la lista de fondos de carbono que están invirtiendo en proyectos globales de mitigación del clima.
Si bien es evidente que el interés en la sustentabilidad está en el punto más alto de todos los tiempos entre un conjunto diverso y creciente de partes interesadas, todavía estamos en los primeros días de la revolución de la infraestructura ecológica. Las tecnologías específicas, las materias primas, las fuentes de financiamiento y las potencias regionales que, en última instancia, liderarán la transición no son nada seguras. Del mismo modo, los entornos geopolíticos y macroeconómicos que acabarán por impulsar las infraestructuras sustentables son más volátiles que los que hemos visto en las últimas décadas.
Ese polvorín de oportunidad y riesgo creará innumerables formas para que los inversionistas, los innovadores, las empresas y los reguladores ganen y pierdan a lo grande, según su capacidad para separar con precisión un buen negocio de uno malo. Esto pone el enfoque directamente en los datos, como la commodity más preciada de todas en el movimiento de las infraestructuras sustentables.
Con el lanzamiento diario de nuevos avances y los cambios de opinión basados en una compleja mezcla de noticias de mercado, tecnología y política, la capacidad de trazar líneas de tendencias con precisión, leer el mercado y anticiparse a todo, desde los problemas de la cadena de suministro hasta la escasez de mano de obra, se reducirá a un dominio de datos profundos, las perspectivas de los expertos y los análisis potentes.
Inevitablemente habrá baches que nadie ha visto venir en el camino hacia el futuro de la infraestructura sustentable. No hay que ver las repercusiones de la pandemia del COVID-19 para comprobarlo. Pero, también habrá oportunidades únicas en una generación para aprovechar la próxima gran medida y dar forma al futuro de la humanidad. Esas oportunidades son, sencillamente, demasiado grandes para que las legiones de especuladores se lancen de cabeza. La clave de su supervivencia será prestar atención a las señales correctas en el momento adecuado.
Infrastructure 360 de Refinitiv
Refinitiv cuenta con el conjunto más completo de noticias, datos, información y análisis disponible sobre desarrollos globales de infraestructura desde rumores hasta cierres, incluida la estructuración de acuerdos, el financiamiento, la generación de perfiles de riesgo, el cumplimiento regulatorio y los perfiles de prestamistas, inversionistas y asesores.
La aplicación Infrastructure 360 (GINFR) en Refinitiv Workspace combina más de 45 años de contenido líder de Project Finance International (PFI), Refinitiv® Lipper®, Refinitiv® Deals Intelligence, Refinitiv® DataStream, Loans, Noticias de Reuters y ESG.
Perspectivas de Refinitiv de las commodities
En el mundo actual, los mercados de commodities y el panorama de las infraestructuras están cada vez más interconectados. Los movimientos de las materias primas afectan el ritmo y el costo de los proyectos de infraestructura, y viceversa. Por ejemplo, se necesitan grandes cantidades de metales y minerales para construir parques eólicos y transmitir energía. Cualquier aumento en los precios de las commodities provocará un aumento de los costos de construcción de las instalaciones de infraestructura. Por tanto, en la planificación y el financiamiento de proyectos es fundamental tener en cuenta los factores que afectan el suministro, los flujos y los costos de las commodities. Para anticiparse a las oportunidades y los desafíos en infraestructura, los inversionistas necesitan monitorear los movimientos de las commodities. Refinitiv cuenta con el conjunto más completo de datos, análisis, opiniones de expertos y noticias exclusivas sobre los movimientos del mercado en los mercados globales de commodities. Optimice sus análisis y tome decisiones de inversión mejor informadas con acceso a las perspectivas de Refinitiv Commodities.